13 de noviembre de 2008

Motores de búsqueda y un réquiem

Ayer estuve con un amigo que tiene una página web conocida y muy visitada. Pero quien se la había hecho le acababa de recomendar abrir, además, un blog. Le pregunté por qué, para que quería un blog teniendo su magnífica web. Dudó algo y luego me contó que le habían explicado que lo fundamental ahora era tener un blog, actualizarlo casi a diario y sobre todo enlazarlo continuamente con páginas muy visitadas y conocidas. Era la única manera de existir para el motor de búsqueda de, por ejemplo, google.
Hoy pienso que sentido tiene mantener un blog como este, cuando lo que parece caracterizar a este recurso es ser encontrado por los algoritmos matemáticos de los buscadores. Que sentido tiene que unas pocas personas conozcan su existencia y que eso continue así. Y escribir en él cuando surge, ni mucho menos a diario. Y además sobre música y algunas experiencias personales.
Y no tengo una respuesta clara. Ahora mismo acabo de volver de un baño en las termas naturales que hay al lado del río Miño, y antes de acostarme, decidí escuchar el Réquiem de Brahms, sin hacer ninguna otra cosa. Y ese gesto, más bien, esa cosa tan real, me gusta anotarla aquí. Tal vez un blog sin ánimo de ser encontrado sólo pueda ser una pequeña guía de las escuchas con las que se va construyendo un refugio.